Para padres y profesores, la actitud negativa de un niño o niña puede conducir al camino de la desesperanza.
Un o una adolescente con una actitud negativa podría influenciar la clase por un mal camino, podría convertir su propia vida en una tragedia o un desastre.
Para enfrentar ese estatus, el primer paso consiste en que el niño, niña o adolescente reconozca su condición y esté dispuesto o dispuesta a cambiar.
La actitud es
la manera o la disposición de
comportarse u obrar.
La paciencia y colaboración de los padres, tutores y amigos; la colaboración del niño, niña o adolescente y las correctas orientaciones del o la Orientadora Escolar; son la clave para revertir la situación en un éxito.