Todos los elementos que componen el planeta tierra se mueven; el agua, el aire, las rocas y el suelo. Nada está inmóvil, ni estático.

Por un lado la capa de aire que rodea la tierra es nuestra atmósfera. Los vientos son producidos por el calor del sol. Cuando el aire se calienta aumenta su volumen disminuye su densidad y entonces sube. El aire frio, más denso y pesado ocupa el espacio dejado por el aire caliente.

Esa dinámica es la que da origen a los vientos y a los huracanes. La atmósfera es la capa más cambiante de la tierra.  Aire frio y aire caliente.

El agua contenida encima o debajo de la tierra ya sea en los mares, rios y lagos es la hidrósfera. Esta también se mueve al ser influenciada por los vientos en su superficie, la gravedad de la luna y además por el calor del sol. El agua caliente puede evaporarse dando inicio a corrientes y al ciclo del agua.  Ciclo hidrológico

El suelo firme también se mueve. En 1912 un científico e investigador alemán llamado Alfred Wegener (1880-1930), entendió que aunque no lo notamos, el suelo se mueve poco a poco. En muchas ocasiones quizá unos milímetros al año y otros años quizá más rápidamente. 

Alfred Weneger murió al caer en un glaciar en Groenlandia, en 1930, su cuerpo sigue congelado allí.

Principios o bases

Marco teórico

Pruebas de la Deriva Continental

Al principio Weneger no tenía suficientes pruebas para su hipótesis. Sus colegas geofísicos inicialmente descartaron su idea de la explicación de la Deriva de los Continentes.

Pero poco a poco, Alfred Weneger fue descubriendo evidencias que prueban su teoría. ¿Cuáles son esas evidencias? 

Los sismos forman parte del movimiento natural de las placas tectónicas y la dinámica de la superficie del planeta.

Las islas caribeñas se iniciaron hace más de 145 millones de años, en el período Cretáceo.  En esa etapa de la geofísica, la placa de América del Norte inició su encuentro con la placa del Caribe levantándola del fondo marino,  dando origen a las islas caribeñas.

Las formaciones más antiguas de la isla de Santo Domingo son la Sierra de Yamasá, la Cordillera Central, la Cordillera Oriental o Sierra Oriental, la Sierra de Samaná y la Sierra de Bahoruco.

FORMACIÓN DE MONTAÑAS

La formación de montañas y valles es un proceso muy lento: dura millones de años y es un producto del enfrentamiento de fuerzas en sentidos opuestos.