¿Qué compone la carne? ¿Qué es lo que forma las hojas de los árboles? ¿De qué están hechos los huesos? ¿Las uñas y cabellos tienen los mismos componentes que la lengua? Así se pensaba en la antiguedad y en la Edad Media. Con el tiempo la ciencia fue encontrando el camino hasta descubrir la respuesta.
En tiempos de la antiguedad, el filósofo griego Platón afirmaba que el alma era la única fuente de vida. Tiempo después, otro filósofo de la Grecia antigua llamado Aristóteles, decía que era el alma quien le daba el movimiento físico a los seres materiales.
Robert Hooke (1635-1702) visualizó las celdas del corcho y les parecieron similares a la estructura de las células, por eso las nombró así.
Para observar las células, primero debió inventarse el microscopio.
DURANTE LOS AÑOS 1600 (SIGLO 17)
El primer microscopio fue inventado por el holandés Zacharias Janssen en 1590 (finales del siglo 16). Aunque existe una gran discusión sobre el origen del microscopio, se dice que otro holandés, Anton van Leeuwenhoek (1632-1723) lo perfeccionó y con él, pudo observar por vez primera, el movimiento de microorganismos y células.
Ya en el siglo 17, el investigador inglés Robert Hooke observó con instrumentos de ampliación el corcho y otras materias vegetales y le llamó la atención porque parecían constituidas de unas celdas o celdillas.
Más adelante notó que eran unas estructuras elementales a las que llamó células. Aunque Hooke no estaba seguro de qué estaban formadas, fue el primero en utilizar este término.
DURANTE LOS AÑOS 1800 (SIGLO 19)
Para el siglo 19 dos alemanes, llamados Matthias Jakob Schleiden (1804-1881) y Theodor Schwann (1810-1882) pensaban que los tejidos se componían de diferentes estructuras como granulitos, bolitas y las llamadas células que vió Hooke.
Al principio no comprendían que todas ellas eran lo mismo. Al avanzar en sus investigaciones lograron entender que todo en los seres vivos están formados por particulas vivas diminutas llamadas células.
Schwann y Schleiden además pensaban que las células se formaban de manera espontánea y que crecían de cristales. Era como que las células la habían nacido de la nada.
Al principio se pensaba que las células salían de la nada, como si fuese magia.
Schleiden y Schwann utilizaban instrumentos sofisticados y métodos innovadores para visualizar los microbios. Poco a poco entendieron que todo en los seres vivos estaba formado por células diferentes.
Todo siguió así hasta que en los años 1850 un trío de científicos encabezados por Rudolf Virchow (1821-1902) mostró que las células se forman a través de rompimientos, divisiones o separaciones de otra célula existente.
Es decir que, todas las células se originan a partir de otras células.
La Teoría Celular fue debatida a lo largo del siglo 19, pero fue el francés Louis Pasteur (1822-1895) quien con sus experimentos sobre la multiplicación de los microorganismos unicelulares, dió lugar a su aceptación rotunda y definitiva.
La Teoría Celular fue tomando forma poco a poco hasta llegar a nuestros días. En la actualidad se acepta en todos los círculos científicos y ha sido confirmada por la Genética.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA TEORÍA CELULAR
Todos los seres vivos están formados por Células
Todo en los seres vivos está formado por células o por sus productos de secreción. La célula es la unidad anatómica de la materia viva, y una célula puede ser suficiente para constituir un organismo.
Las Células proceden de otras Células
Todas las células surgen o nacen de otras células preexistentes, por división de éstas (Omnis cellula e cellula). Las células son organismos que se reproducen.
La Célula es la unidad de la vida
Las funciones vitales de los organismos ocurren dentro de las células, o en su entorno inmediato, controladas por sustancias que ellas secretan. Cada célula es un sistema abierto, que intercambia materia y energía con su medio. En una célula caben todas las funciones vitales, de manera que basta una célula para tener un ser vivo (que será un ser vivo unicelular). La célula es el ser vivo más pequeño.
La Célula es la unidad genética
Cada célula contiene toda la información hereditaria necesaria para el control de su propio ciclo y del desarrollo y el funcionamiento de un organismo de su especie, así como para la transmisión de esa información a la siguiente generación celular. Así que la célula también es la unidad genética.